Escribo estas líneas desde una sala de espera de la T2 de Barajas esperando que salga mi vuelo a París y de allí de vuelta a Abu Dhabi. Estos días han estado llenos de reencuentros y despedidas de familiares y amigos. Hablando con ellos me daba la impresión que no conseguía transmitirles lo que significa realmente para mí volver por allí. Y es que más allá de petrodólares, dificultades técnicas y problemas con el inglés está dar salida a lo que es mi verdadera vocación.
Más o menos a la mitad de la carrera yo quería montar algo por mi cuenta y convertirme en un "emprendedor". Pero entonces me di cuenta que lo mejor que podía hacer con lo que había aprendido en la universidad era aplicarlo a solucionar los problemas de los que más lo necesitan que son los empobrecidos. Que esto va ser una aventura: sí, que voy a ganar bastante dinero: también. Pero creedme que esto no es lo que me ha hecho aceptar este trabajo. Al final pensar en un médico en un hospital en Ghana desesperándose viendo como pese al paso de los minutos su página del navegador no se le abre mientras que a la de compañero de lado le va mucho mejor es lo que hace que esto merezca la pena de verdad.
Más o menos a la mitad de la carrera yo quería montar algo por mi cuenta y convertirme en un "emprendedor". Pero entonces me di cuenta que lo mejor que podía hacer con lo que había aprendido en la universidad era aplicarlo a solucionar los problemas de los que más lo necesitan que son los empobrecidos. Que esto va ser una aventura: sí, que voy a ganar bastante dinero: también. Pero creedme que esto no es lo que me ha hecho aceptar este trabajo. Al final pensar en un médico en un hospital en Ghana desesperándose viendo como pese al paso de los minutos su página del navegador no se le abre mientras que a la de compañero de lado le va mucho mejor es lo que hace que esto merezca la pena de verdad.
