la semana que ha pasado desde mi última entrada ha sido una semana dura de trabajo. Más o menos como que va a ser ésta que queda hasta que nos vayamos a Ghana. El martes, Jay me invito a cenar a restaurante italiano muy chulo y pasamos un rato agradable la verdad. Me está apoyando bastante y me está ayudando con el curro que al menos para mí no está resultando fácil.
Los partidos de la roja voy a pasar por el momento, porque acaban muy tarde con el horario de aquí y luego al día siguiente cuesta levantarse. Confío en que lleguemos a la final y ya pueda verla en Ghana :) . Tengo una foto del sitio donde veo los partidos aquí pero me temo que mi móvil no me va a dejar copiarla a la tarjeta SD, así que ya la publicaré cuando vuelva a España.
En la oficina tenemos coñas relacionadas con la comida y por eso Caroline trajo un cake de frutos secos hecho por ella misma y que estaba muy bueno.
La verdad es que cada aquí es una aventura, iba pensando esto cuando salía del rascacielos cuando apareció un señor que por lo que me dijo supongo que me quería timar cambiándome dólares. Aunque no os lo creáis muchas veces se agradece salir de los sitios que hay aire acondicionado y que te dé el aire del desierto un poquito.
Por fin ha llegado Laura, una chica que estudia un máster en la Universidad de Washington (en Seattle) y que va a ser becaria en el mismo plan que yo. Se dedica más a cosas de interfaces de usuario y a mi me ha dejado impresionado hoy que ha sido su primer día por la cantidad de notas y dibujos que ha ido dejando encima de la mesa. En la comida ha contado que parece ser que en la Facultad de Artes de la Universidad de Hong Kong, donde estudio el grado, es frecuente que la gente ande desnuda por dentro de los edificios. Curioso la verdad :)
Por la tarde me he dado cuenta que en la cocina había un botón con una luz roja. Éste es el tipo de cosas que son irresistibles para mis amigos y para mí, así que tuve que apretarlo a ver qué pasaba. El resultado es que la lavadora dejo de funcionar a mitad del programa y no sé si tendrá que ver pero ya no funciona la secadora. Las buenas noticias es que la plancha ha vuelto a funcionar.
En la cena he conocido a Javi, un chico español de la Carlos III para más señas que ha venido a hacer un curso de verano de robótica. Me ha contado que en la planta 5ª hay una especie de residencia de estudiantes con una sala de juegos enorme con billares, una batería de música, consolas y cosas así. Yo sí me había fijado que en una planta cuando el ascensor para y se abren las puertas pone "Sólo chicos" y en otra tenían papel continuo pintado con un monigote.
Por cierto el edificio de las luces de neón verdes resultó ser una mezquita y como podréis imaginar hay montones con el mismo diseño por aquí.
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